De pronto, después de lluvias, vuelve a tener presencia revitalizando e iluminando el paisaje cercano, sus aguas corren queriendo despojarse de la basura que hemos vertido sobre él, si pudiéramos entender su lenguaje seguramente que actuaríamos de forma diferente y respetuosa Para los curacavinanos es una fiesta verlo así de crecido nos alegra, nos hace recordar épocas pasadas, quisiéramos verlo con un nivel mayor de agua, pero aún así ya es un regalo de la naturaleza el crecimiento de su caudal con algunos días de lluvia, ( como es de porfiada esta naturaleza) , se desliza como una columna vertebral plateada unificando los diferentes sectores naturales que recorre , hagamos lo imposible para que no sea nada más que un recuerdo .
Cuidemosle, evitemos que algunos pocos se apropien de napas que le son propias e importantes, denunciemos a quien arroja basura a su ribera y agua, plantemos más árboles en su entorno para que haya más sombra y humedad, que se estudie ahora ya un crecimiento territorial ordenado , con construcciones más alejadas de sus bordes para no contaminar las aguas y evitar la desaparición de la avifauna que aún se alberga en el Estero.
Los hábitat acuíferos brindan al ser humano la posibilidad del contacto cercano con la naturaleza, en una urbe que cada vez tiene menos de ella, al acercarnos a ellos podemos conocer directamente las plantas que crecen a su alrededor, aves y animales que en ellos viven, podemos incentivar la investigación para su mejoramiento, y sobre todo estos sistema mantienen el equilibrio ecológico básico para que los seres humanos podamos respirar aire limpio. Por favor recuperemos ese equilibrio.
Bien por María Nelda. El municipio debiera controlar la contaminación de ese río o estero, instalando carteles amenazantes contra los infractores.