
Unas treinta personas acudieron este 17 de agosto al entierro de Fransin Shtein, una solitaria mujer de 83 años a la que ninguno de ellos había conocido en vida personalmente. En un principio, la mujer, que falleció en condado de Rockland (estado de Nueva York), no tenía amigos ni familia que fueran a despedirse de ella.
Sin embargo, la hija del rabino Elchanan Weinbach, que ofició la ceremonia, publicó en su cuenta de Facebook un mensaje llamando a sus amigos a darle el último adiós a la fallecida. Tres decenas de personas respondieron el mensaje de Weinbach y se dieron cita en un cementerio judío del Rockland para decir adiós a Shtein, que fue profesora de música.
Mindy Liebman, una de las asistentes al funeral, admitió a la revista ‘Lohud’ que «quedó impactada por el hecho de que uno puede vivir toda una larga vida, morir y que no haya nadie en la despedida». «Fue muy importante celebrar así la vida que disfrutó aquella mujer», aseguró Liebman.
Curacavi y su cementerio
Una costumbre que se mantiene es la que profesan los deudos curacavinanos en su visita casi constante al cementerio local. Como en todo el país, aumenta el público para el 1ero de noviembre o Día de Todos los Santos. Sin embargo, es una usanza que disminuye generación tras generación.
Lucía BasFi-Fer Frías, presidenta de la Mesa de Género y Equidad se refiere desde dos perspectivas: «cada vez que hay un femicidio pienso, hay u lugar en el cementerio, debiera estar vacío; por otra parte, la muerte definitiva, en el fondo, tiene que ver con el olvido». El Cementerio Municipal de Curacaví ha tenido algunas mejoras, relativas a los nichos, sin embargo no hay suficiente oferta de lugar para quienes sufren un deceso. «Tengo entendido, la difunta concejala María Recabarren Rojas, propuso un Muro de la Memoria Cívica, bajo la actual Ley de Cementerios y que podría haber dado una solución a quienes han optado por la cremación. En ese empeño por entregar una propuesta con datos, la concejala tropezó con un estado de abandono y desorden en la gestión del cementerio por parte del municipio: nunca pudieron entregar la cifra de ocupabilidad», expresó el entonces secretario de la concejala PC, el vecino Leonel Gatica Cardemil.
Por su parte el concejal Francisco Carrasco Gonzalez piensa, «es aun poco probable que una persona muera en Curacaví y ningún familiar pueda ser hallado; pero también es cierto que el crecimiento demográfico que tenemos se debe a una cantidad considerable de personas, optan por vivir en la comuna. Tal vez no estemos muy lejos en leer como noticia que tal o cual persona, murió en el más completo anonimato».




