En Recoleta se cumple un año desde la inauguración del primer establecimiento. Alcaldes y autoridades afirman que la idea provocó un cambio en el paradigma de la salud pública.
“Nos ha cambiado mucho la vida porque ahora tenemos más acceso a estos remedios. Antes veía precios que sobrepasaban lo que podía costear mi pensión y mi hija tenía que comprarlos, pero ahora puedo venir cada mes acá y adquirirlos”, cuenta María Carmen Castaño, vecina de Recoleta.
Carmen es una más de las decenas de personas que acuden a las dependencias de este municipio para solicitar o retirar sus productos en la farmacia o en la óptica comunal.
La iniciativa, que fue creada por el ex alcalde y ahora candidato (PC) Daniel Jadue, hoy cumple su primer aniversario, y ha logrado significativas disminuciones en precios: por ejemplo, el Eutirox 100 mcg, para las tiroides, se puede encontrar a $ 630 en la farmacia, un valor menor al de las cadenas, donde cuesta más de $ 10 mil.
El establecimiento cuenta con más de 34 mil recetas despachadas y 8.500 beneficiarios, principalmente adultos mayores, que son cerca del 15% de la población en la comuna. Aun así, han existido problemas con laboratorios por la venta de medicamentos, pero es una materia que está siendo superada. “Más allá de todos los problemas que hemos enfrentado, esto ha logrado resolverles la vida a miles de personas, y ha cambiado la forma de ver los gobiernos locales”, explica Jadue.
Avance en el país
El proyecto, que tiene como objetivo vender fármacos a costos más bajos que los del mercado tradicional, ha sido replicado por otros 90 municipios -37 en Santiago y 53 en regiones-, es decir, el 25% del total de las 346 comunas que hay en el país, a los que el Instituto de Salud Pública (ISP) ha entregado la autorización de funcionamiento (ver infografía).
“Esta idea puso el tema del acceso a los medicamentos en discusión. La gente apoyó la iniciativa y tenemos alcaldes de todos los sectores uniéndose. Se vio que era una política que iba en ayuda de la salud”, sostiene Tatiana Tobar, jefa del Departamento de Farmacéutica del Ministerio de Salud.
Los requisitos para acceder a este beneficio son vivir en la comuna y tener una receta médica vigente. Los productos solicitados por los vecinos son comprados mediante la Central Nacional de Abastecimiento (Cenabast), que vende a precios más bajos a estas farmacias, o, en caso contrario, estas los adquieren directamente a los laboratorios. Los fármacos más expendidos son aquellos para enfermedades crónicas.
Los establecimientos operan de lunes a viernes, entre las 9 y 18 horas, con un químico farmacéutico encargado de recibir y despachar los fármacos. Además, algunos municipios también han ampliado los servicios con entregas a domicilios, expendio de leches para lactantes con alergias alimentarias o pañales para adultos.
Germán Codina (RN), ex alcalde de Puente Alto y ahora candidato, donde ya hay más de 10 mil inscritos, señala que “el gran desafío que queda es ampliar el giro y que no sigamos siendo solo un intermediario en la entrega de medicamentos a bajo costo, sino que ampliarnos también a distintas prestaciones y que eso permita generar competencia en el mercado”.
Asimismo, no sólo en la capital se ha replicado la idea, sino que también en zonas rurales. Juan Ignacio Farías, director de Salud de la comuna de Pencahue, Región del Maule, señala que desde la inauguración en septiembre “cerca de 800 vecinos se han inscrito y se han despachado unas 50 recetas. La gente está contenta ya que acá hay sólo una farmacia”. En la misma línea, Patricio Lobos, director de Salud de Licantén – en el Maule-, donde desde julio opera la farmacia, explica que “para la comunidad ha sido muy positivo. En estos momentos tenemos 400 inscritos, a quienes les hemos podido cumplir en un 80%”.
Para Jadue, el desafío es consolidar la Asociación de Farmacias, que está en proceso de obtención de personalidad jurídica -y que debería concretarse antes de enero-: “Con esto se desarrollará nuestra propia Cenabast municipal, que funcionará de forma complementaria para presionar al mercado para bajar los precios”.
Sin embargo, la iniciativa también ha traído críticas. “No se justifica para las personas que son del sistema de salud público, ya que tienen derecho a recibir medicamentos de forma gratuita y no deberían tener que pagar por ellos. Los municipios deberían priorizar las farmacias en los consultorios”, sostiene Felipe Guevara (RN) ex alcalde de Lo Barnechea y actual candidato.
Fuente: La Tercera