El diputado UDI por el Distrito 14, Juan Antonio Coloma Jr se ha metido en un jugoso entuerto con la Contraloría General de la República, más en concreto, con un popular “funcionario virtual” conocido como: Contralorito.
Para Coloma Alamos, quien ya ha brillado en los titulares de prensa y redes sociales antes y durante el quiebre de la normalidad cívica con ocasión del despertar de los chilenos y chilenas para no aguantar más delante de sus ojos -aun tenían ambos- unas argumentaciones propias del Opus Dei respecto del lugar de cada cual en este purgatorio llamado Chile, el desempeño de Contralorito es reprochable, tanto como la velocidad de trámites distinto del ente controlador para investigar acusaciones contra el Municipio de Recoleta realizadas por el mismo en comparación con una denuncia contra Carabineros por maltrato a una mujer. Por ejemplo, en Twitter, según apunto The Clinic, “la discusión continuó con un comentario irónico de Coloma, quien pidió explicaciones por las denuncias que él hizo contra la Municipalidad de Recoleta en 2016 y 2018, acusando que aún no tiene conocimiento sobre sus resultados”. De Contraloría contundentemente le respondieron con la publicación de tres notas archivos sobre dichas investigaciones y se aseguró que “viene otra en camino, muy buenas noches”.
La lectura de la realidad por parte del clan Coloma no está en duda, sin embargo se acrecienta un signo de interrogación luego de abrir sus respectivas bocas. “Nieto más momio que su abuelo” en palabras del senador de Urresti cuando el padre del diputado, el senador del mismo nombre Coloma, alaraqueó en una discusión parlamentaria en el Congreso para puro ganar tiempo. Estos UDIs son así: cuando no se sienten seguros en la ecuación 1/3 manda tanto como 2/3, sus exabruptos los llevan a llamar la atención, algo ya demasiado característico de este bisnieto de momio. Lo llamativo de Coloma “chico” es la persistencia en sus errores y siga campante tal cual lo hacen quienes no tienen como referencia la seriedad y pertinencia del trabajo legislativo. Tampoco ha dejado de impresionar la ocasión cuando un ya molesto diputado Walker lo mandó a callar en la Comisión de Constitución por lo mismo: salirse con la suya para retrasar o desviar o hacer mella en una discusión que no es ni de su gusto ni menos de sus intereses.
Melipillano de cuna, este bisnieto más momio que su bisabuelo, viene con su cojera miope desde antes del estallido social: el acto de evasión por los $ 30 que desnudó el esqueleto desigual de este país. No son pocas las anécdotas desprolijas de este ex estudiante del exclusivo colegio Verbo Divino y escuela de Derecho de la PUC, de breve paso por el MOP, la Municipalidad de Renca en tiempos de la mamá de la actual Ministra Secretaria General de Gobierno, Karla Rubilar, entre otras fuentes laborales públicas. Uno de sus chascarros más patéticos fue cuando luego de proponer una estatua conmemorativa para José Miguel carrera, subiera una imagen de Manuel Rodriguez.
Chilevisión consigna que “En específico, Coloma solicitó el pasado 13 de enero a la institución “informar el nombre de los funcionarios encargados del manejo de las diversas cuentas de redes sociales que mantiene”. La mentalidad de Paco Represor aparece en los legisladores UDI con una frecuencia ya nada asombrosa. Coloma “el confundido”, por lo relatado en las imágenes cambiadas de Carrera con Rodriguez (pudiera ser eso una esquina cualquiera en calles chilenas), entra en furia porque Contraloría toma la denuncia por insulto de un Carabinero contra una mujer. Finalmente, Contralorito le dejó la película clara al diputado derechista por el Distrito 14 con una respuesta a prueba de cualquiera con criterio mínimo: “Hola Diputado, recuerde que nosotros debemos responder a los requerimientos, tanto de Diputados/as, Senadores/as, como de la ciudadanía. Esta solicitud de informe a Carabineros es precisamente una respuesta a denuncias ciudadanas, sólo cumplimos con hacer nuestro trabajo. Saludos”.




