
Conocí hace poco a una vecina y hablamos sobre cosas hechas y cosas por hacer. El común denominador fue ese vector llamado emprendimiento. Mi actividad es eso y conozco bastante de las discusiones que uno enfrenta en un país con un acceso al crédito de alto costo. En Chile desde hace mucho escuchamos sobre la capacidad para emprender y la necesidad de hacerlo. El emprendimiento no es una acción casual, es un modelo, que tiene su dinámica, reglas y muchos obstáculos.
La capacidad de emprendimiento tiene un auge exponencial en las últimas décadas, aunque no es un modo nuevo de generar recursos. Lo que hoy conocemos como grandes marcas como Ford o Tesla, por citar solo algunas de una misma área, partieron como emprendimiento. El lugar si juega un factor, no solo por lo que se llama “la certeza jurídica”, sino que por el acceso al financiamiento y un incentivo a la innovación, asegurado por entidades que se encargan sobre la autoría o “patente”. Por casa tenemos poca innovación asociada a avance científico-técnico. De hecho, en lo cultural, el concepto “pillería” no es del todo negativo, más bien se entiende como la inteligencia para resolver un problema, por el costado. Un ejemplo de emprendedor “pillo” es el ex presidente Sebastián Piñera y su ya muy conocida relación con Ricardo Claro. Pero en rigor, sobre emprendimiento, hay factores que determinan la capacidad emprendedora, donde de gran importancia son la actitud y atributos del emprendedor.
Los Centros de Negocios (1)
Pero, para hacer las cosas bien, en un país “orientado al negocio”, el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet tomo el compromiso en su programa la creación de una red de Centros de Desarrollo de Negocios. Al día de hoy ello se encuentra encargado al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo, y ratificado en la Agenda de Productividad, Innovación y Crecimiento que impulsa este Ministerio. Es ejecutado por el Servicio de Cooperación Técnica, Sercotec.
“La iniciativa se enmarca en el acuerdo suscrito entre los gobiernos de Chile y Estados Unidos en junio de 2014, en materia de Promoción del Emprendimiento y del Crecimiento de las Pequeñas y Medianas Empresas, donde se compromete la asesoría técnica, capacitación y colaboración de Estados Unidos para la implementación de los Centros de Desarrollo de Negocios. La contraparte técnica de este acuerdo es Small Business Development Centers (SBDC), una red de más de 1.100 puntos de atención integral y principal fuente de asesoría técnica para micro y pequeñas empresas estadounidenses”.
Como parte del acuerdo, una misión del Ministerio de Economía y de Sercotec viajó a Estados Unidos para recibir entrenamiento en los SBDC de la Universidad de Texas en San Antonio (UTSA). Luego, una delegación de dicha universidad y del Departamento de Estado de EE.UU. visitó Chile para continuar con el trabajo de asesoría.
El foco de los Centros de Desarrollo de Negocios está en contribuir al aumento de la productividad y sustentabilidad de las empresas, aspirando a ser un modelo de trabajo concordado que se basa en el esfuerzo, constancia y compromiso de los empresarios y emprendedores, hombres y mujeres, para llevar adelante sus negocios.
Los resultados de un Centro no se medirán por cuántas empresas atendió, sino por el impacto económico en las empresas atendidas: aumento de sus ventas, creación o retención de empleos, financiamiento obtenido, retorno de la inversión pública por recaudación de impuestos, etc.
La percepción de mi vecina
Mi Vecina se llama Susana Araya Castro y es una recién llegada a Curacaví, como muchos de nosotros. Ella me comentaba que “si bien el emprendimiento hoy en día se ve como un movimiento efervescente dentro de la sociedad, en lo principal, veo ese crecimiento o las ganas de avanzar en dos grupos importantes de jóvenes:
- los que acaban de salir de la universidad, quienes cuentan con las plataformas abiertas hacia un mercado mucho mas innovador y están arriba en el ritmo tecnológico, y
- quienes pertenecen a una generación que ha trabajado siempre bajo el alero de empresarios o multinacionales. Esta generación se abre al emprendimiento en una combinación que conjuga la necesidad por sobrevivir con sus sueños de lograr el desarrollo de alguna de sus ideas.
Conversaba con Susana respecto de la claridad que se debe tener sobre lo siguiente: emprender no es solo tener una brillante idea. Me decía ella que “incluso podemos decir que la idea no vale nada, la Ejecución lo es todo”. “Hay mucha gente con ideas buenas, pero si no las ejecutan quedan en el aire”. Y claro, lo he visto tantas veces.
Los Centros de Negocios pretender ser una plataforma para que “esa idea” llegue a la ejecución y me atrevo a decir que las instituciones sectoriales en el país se preparan con altos estándares para ello.
Creo que para llevar a cabo eso se requiere trabajar en una forma mas colaborativa, donde se entreguen no solo recursos monetarios iniciales, sino que además plataformas de desarrollo de ideas y de acompañamiento en el tiempo.
Los Centros de Negocios, más la capacidad de las personas es lo que tenemos al día de hoy. Nos falta aun un montón. Ese diferencial es el desafío que radica en mayor diversidad cultural, diversidad de pensamiento. Los temas de emprendimiento e innovación en general no son parte de nuestra cultura, es un desafío que tenemos todos, públicos, privados, empresas, jóvenes, colegios, Juntas de Vecinos, municipios, de lo contrario, como me comentó Susana, nos quedaremos en nuestra zona de confort y eso no permitirá avanzar. En Curacaví, con las características que existen, necesitamos avanzar.
Atención en Curacaví
Una avance es la atención que, a través de Sercotec, se realiza in situ, en horario de mañana todos los jueves en dependencias municipales con personal idóneo. La asesoría en el tránsito desde la idea hasta la ejecución, la hacen profesionales idóneos.
Fuente: http://www.centroschile.cl/Paginas/Quienes-Somos.aspx




