Quiero pedir disculpas por las veces que intenté obligarte a salir de casa, a jugar con niños que tu no entendías, a juegos que no disfrutabas y por no entender cuando querías imponer tus regla en el juego. Yo trataba de explicarte que lo importante no era ganar sino divertirse pero en tu cerebrito perfeccionista, el perder no era una opción. Por eso muchas veces preferías jugar solo. En el colegio decías tener amigos, pero casi siempre los juegos terminaban en conflicto y hasta en bullying, porque no jugabas a la pelota como todos y sufrías con las clases de educación física donde los niños debían elegir los integrantes de sus equipos.
Se que debe haber sido difícil el no poder interactuar siempre ya que no entendías sus bromas ni sus intenciones, porque en tu mente los sentimientos eran confusos y tenias poca tolerancia a la frustración, por ello llorabas por pequeños motivos descontroladamente. Siento haberte retado tan bruscamente en esos momentos en que debí acogerte pero como muchas madres, solo pensaba que eran rabietas.
Si en tu cerebrito no hay cabida para la empatía y no tienes niveles apropiados de emocionalidad, ¿como podías entender los sentimientos de otros?.
Con la sinceridad que te caracteriza, tu inocencia y tu alma pura sin malicia, si no entendías las ironías, los dobles sentidos, ni los sarcasmos, ¿como podía enseñarte a desarrollar defensas en este mundo donde no veías el peligro? Por eso a veces te gritaba, no porque fuera mala, sino por el miedo a que algo malo te pasara.
Es que siempre los adultos alababan tu vocabulario muy formal y correcto, tu inteligencia y tu memoria excepcional, pero tus ganas de expresar a veces sin escuchar a los demás en tu tono alto y chillón sin nunca mirar a los ojos solían aburrir a muchos y aunque a veces tratabas de ser chistoso solo tú entendías tus chistes.
Siento las veces que te reté por no comportante como debías y por no poner atención en situaciones especificas o por querer estar todo el día con tu juego favorito. No entendía la obsesión por un juego en particular ocupando la mayor parte de tu tiempo en el tema, hablando siempre de lo mismo, sin importarte si al otro le interesaba o no.
Si veíamos televisión o en el cine, me molestaba el que estuvieras repitiendo las situaciones que para nosotros eran obvias o si cambiaba los planes repentinamente y no entendías por qué. Luego yo terminaba retándote por hacer otra rabieta.
Tus miedos, tus cambios de voz como si fueras bebé, la posición de tus manos como si fueras un perrito, la sensibilidad a los sonidos fuertes, el no poder usar “cualquier cosa” cuando tu ropa estaba en la lavadora, no poder comer todas las comidas, perder siempre los útiles de colegio, tus cabezazos cuando te sentías enrabiado y sobretodo tu poca tolerancia al dolor fueron muchas de las causas por las que terminaba retándote y castigándote y a veces hasta llorando contigo.
Pero cómo iba a saber que las rabietas no eran solo rabietas si ni los psicólogos se daban cuenta que tu situación era especial. Ahora a tus 10 años ya tenemos un diagnóstico: TEA DE ALTO RENDIMIENTO (SINDROME DE ASPERGER) y escribo esto porque de haberlo sabido antes, te hubiese comprendido mejor y quizá te habría tenido mas paciencia.
Solo quiero que sepas que de ahora en adelante todo lo que haga será para crear un mundo mejor para ti, donde la gente entienda que no todos somos y que si ven un niño con una rabieta no siempre es solo un niño malcriado, quizás no puede procesar la información como todos, quizás es un niño especial que como a todos los niños hay que amar incondicionalmente.
CONOCER A DANTE; ALONDRA Y CONOCERTE A TI, HA SIDO UNA EXPERIENCIA MARAVILLOSA; TRES MUNDOS DIFERENTES, CADA CUAL DISTINTO Y CADA CUAL CASI ÚNICOS; DANTE EN SU MUNDO, CON SU TREMENDA INTELIGENCIA; AMOROSO, TIERNO, AMANTE DE LOS NIÑOS MENORES QUE ÉL; SUS GUSTOS POR ENSEÑAR (EXPLICAR TODO); SU TAN BUENA DICCIÓN, SU MANERA DE EXPRESARSE; SUS ALTERACIONES, QUE UNA VEZ CONOCIDAS FUERON MAS FACILES DE INTERPRETAR Y ENTENDER, ALONDRA, MUY ENCERRADA EN SÍ MISMA. TAN FRÁGIL EMOCIONALMENTE, POCAS VECES DEMUESTRA SU MANERA DE SER, FRENTE A LO COTIDIANO, PERO QUE AL IR CONOCIÉNDOLA ES UNA MUCHACHA TIERNA, AMANTE DE LOS ANIMALITOS, INCAPAZ DE HACER MAL O DAÑAR A ALGUIEN; AMBOS NIÑOS BUENOS, DE SENTIMIENTO Y CORAZÓN; Y TU, QUE DESDE QUE TE CONOCÍ, EMPATIZAMOS, DANDO TU VISTO BUENO EN LA RELACIÓN CON TU MAMÁ; DEMOSTRANDO PARA CON TUS HIJOS; SER UNA MUJER LUCHADORA, INCANZABLE; SACRIFICANDO HORAS DE SUEÑO O DE DESCANSO, CON EL FIN DE DARLES MAYORES COMODIDADES Y ENSEÑANZA A ELLOS, A PESAR DE LLEGAR ALGUNAS VECES TARDE, PERO, TE HACÍAS EL TIEMPO PARA REVISAR TAREAS, TRABAJOS, MATERIALES REQUERIDOS PARA SUS RESPECTIVOS COLEGIOS Y PARA MI HAS SIDO UN «PUNTAL» Y UN APOYO INCONDICIONAL, PREOCUPÁNDOTE NO SÓLO DE TUS QUEHACERES, SINO TAMBIEN PARTE DEL NEGOCIO, LA CASA Y EL BIENESTAR DE TU MAMÁ Y DEL MÍO. GRACIAS JESSICA POR SER COMO ERES Y NO CAMBIAS.- PRECIOSA TU CARTA, ESCRITA DE CORAZÓN.-