Ayer 11 de septiembre alrededor de 120 personas caminamos en romería solemne desde el costado de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen hasta el Memorial ubicado en Avenida O’Higgins 1440, por la avenida.
Hace aproximadamente 20 años, Victor Barrera Barrera, don Tito, sintió la necesidad de honrar y visibilizar la desaparición de su hermano Guillermo Barrera Barrera y pensó, un buen lugar para aquello es el símbolo de acogida para los opositores y victimas de la dictadura: la iglesia. Empezó como algo muy personal y colocó algunas fotos, encendió velas y a las pocas personas que fueron testigos de eso, les explicó el porqué. Con el tiempo, ello generó una adhesión que año a año se incrementó y el homenaje solemne a su hermano Willy pasó a ser uno para la totalidad de las víctimas en Curacavi.
A mediados de la década del 2000, el Comité DDHH Memoria Curacaví recibió para su administración a través de un comodato del Ministerio de Bienes Nacionales el antiguo inmueble donde funcionó al día del Golpe de Estado la Tenencia Curacavi de Carabineros de Chile, el lugar de detención para los curacavinanos y desde donde sacaron a los vecinos que fueron a asesinar a Cuesta Barriga. Vecinos como Camilo Muñoz (detenido en ese lugar), Bernarda Alvarez Saldaña y otros se han reunido anualmente para la conmemoración del 11 de septiembre en un concreto intento por reconocer con honor y gloria a las victimas.
El año pasado, participamos como Agrupación Social y Cultural DDHH Curacaví y el Comité (habtacional) Martires de Curacaví, junto a otros vecinos en la actividad que se realiza en la parroquia, con a la Sra Gricelda Rojas y su hija Gricelda Muñoz. La Sra Gricelda Rojas es la madre del detenido desaparecido Segundo Hernan Muñoz Rojas, un joven de apenas 18 años que fue brutalmente sacado de su casa, una humilde morada en lo que entonces eran los Campamentos Laura Allende y Salvador Allende. También fue a los insultos, las patadas y los culatazos y desde ese entonces, la Sra Gricelda no volvió a ver jamás a su hijo. Su espera es parte de la gran espera que han tenido todos los familiares de detenidos desaparecidos y yo creo, se trata también de nuestra espera.
A mi, como a muchos, nos conmueve la situación de la Sra Gricelda. Ella en su simpleza, tiene una manera muy profunda de entender las cosas y en eso, repara en lo más evidente. Es curioso como a veces lo obvio estando allí, pasa desapercibido. Recuerdo, le preguntamos a la Sra Gricelda, junto a su hija Gricelda: qué le gustaría hacer por su hijo. “Me gustaría que hiciéramos una romería desde acá hasta el Memorial”, nos dijo y eso hicimos el 11 de septiembre del año pasado junto a otras 30 personas. Caminamos en silencio por la vereda de la Avenida O’Higgins hasta el Memorial.
Ayer, con fotos, pancartas, banderas, gritos, cánticos y mucha solemnidad volvimos a hacer esta romería que todos esperamos, especialmente la Sra Gricelda sea una manera en que quienes sientan la necesidad de recordar a las victimas de la dictadura, lo hagan.
Seremos una mejor comuna en la manera que entendamos, conozcamos que fue lo sucedido y recordemos a estos vecinos, que en una dictadura tan criminal como la de Pinochet, no solo quebró el orden institucional, sino que instaló una maquinaria de represión sistemática que duró 17 años donde fusilaron sin juicio previo, con juicio previo, con o sin militancia partidaria, que hicieron desaparecer a personas, las asfixiaron, les produjeron todo tipo de torturas, en algunos casos cercenaron sus cuerpos o los amarraron con alambres a rieles de acero para lanzarlos al mar, en algunos casos comprobados judicialmente, aun con vida.
Todo lo que podamos aportar como Agrupación Social y Cultural DDHH Curacaví, junto a otras organizaciones y vecinos y vecinas para no olvidar jamás quiénes fueron estos vecinos de Curacaví, vulnerados en sus derechos, o vamos a hacer.
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