Mi nombre, Nelly Alvarita Manzo Cabello, nacida en la ambulancia, camino a Santiago. En una época donde los partos eran incluso ámbito de las parteras. No hace mucho. Por supuesto, no recuerdo los detallles del nacimiento. Habrá personas tengan alguna imagen o sensación de cómo fue el nacer. El primer golpe que recibe uno para respirar a través de un solo llanto, el primer llanto, ese que les avisa a los demás: hemos llegado para vivir.
Hoy, a 45 años de ese evento y casada con mi acompañante de vida, Luis Cabrales Madariaga también feriante, mis recuerdos son muchos y varios se relacionan con Curacaví, esta tierra para mi, tiene el sinónimo del hogar. Mi secundaria la hice en la actual Escuela Valle de Puangue. Después me tocó viajar a Santiago al Liceo Politécnico Nr 1, desde primero medio hasta cuarto, para estudiar Secretariado Administrativo, cuya práctica realicé en la JUNJI.

Mi padre, ya fallecido es Luis Manzo Santibáñez y mi madre, aun con nosotros es Sonia Cabello Saavedra, quienes vivieron 10 años en el campamento Laura Allende. Luego de mi nacimiento, vivimos en ese campamento alrededor de 3 años. Nuestra familia numerosa, compuesta por 6 hermanos, sufrió el rigor de la pobreza y para subsistir, mi padre vendía pan amasado. Trabajó también en lo que entonces fue el Teatro de Curacaví, como acomodador y finalmente en la construcción. Recuerdo, mi madre lavaba ropa a otras personas para aportar en la economía familiar.

Me considero una mujer luchadora y capaz de tener esa perspectiva de entender la vida y sus dificultades. Le dicen hoy en día Resiliencia. Tuve la gran ilusión de trabajar como secretaria administrativa, una vez egresada, sin embargo, no fue posible. Nunca encontré la posibilidad de un trabajo en lo que había estudiado y siempre tuve esa urgencia por trabajar, tal vez por el recuerdo en el sacrificio de mis padres, o mejor dicho, en ese deber por trabajar que recibí de ellos. Trabajar como independiente me pareció lo más a la mano, en lo que fuera y lo que fue, al final, terminó siendo un puesto en la feria. Hoy hago esa mirada hacia atrás y veo, sí se pueden conseguir resultados a través del esfuerzo, de ponerse unas metas se ven lejanas, pero con el tiempo, ya están ahí y uno es ya parte de ellas.
Soy consciente del origen de mi familia y de mi esfuerzo. Esos son mis pilares y con esos pilares soy una persona muy agradecida de Dios. Yo creo y porque creo, soy agradecida. Tras 17 años de trabajo como feriante, agradezco a todos por el resultado de mi trabajo, especialmente, como lo comenté recién, a Dios, mi Dios que es el Dios de todos, al margen de los nombres. Hoy no solo tengo una casa. Tengo un hogar.
Algo que he podido adquirir en el trabajo como feriante, es el conocer a las personas, los tipos de personas. Sin tener estudios de psicología o de asistente social, pongo especial interés en una conversación. Me gusta eso de conversar. Es la oportunidad para que las personas se den un tiempo para si mismas y puedan entenderse o comprenderse mejor. En una conversación alguien debe poder desprenderse de los prejuicios, dar un paso al frente y contar algo y alguien debe estar dispuesto a escuchar, ojalá también sin prejuicios. Que eso suceda, a mi me da mucha emoción y no se por qué, me dan ganas de poder ayudar y la ayuda es también una opción: las personas la pueden aceptar o no. Eso es lo que me sucede tanto en mi barrio, como en los días donde estoy en mi puesto, de feriante.
Algo similar me sucedió cuando con mis vecinos y vecinas, además de darnos cuenta que la junta de vecinos estaba inactiva, nos propusimos justamente eso: activarla. Hoy, a poco menos de 2 años y contando con la confianza barrial para ejercer como presidenta de la Junta de Vecinos de la Población 11 de Septiembre, tenemos las alarmas comunitarias; hemos realizado actividades en el espacio público y que pudimos, con las dificultades de toda la vida, construir vecindad. Eso es lo más importante a la hora de sentirse seguro en un lugar. De hecho, las alarmas vecinales, no tienen sentido si no hay un compromiso vecinal, una conocimiento de quienes somos. Solo así nos podemos proteger, donde todos apañan.

Hoy tomo el desafío de ser candidata a concejal, en el subpacto Por Chile, Seguimos A-250. Veremos si mis vecinos y vecinas son de la opinión que ellos, a través mío, pueden tener voz y voto en el Concejo Municipal, en el rol de concejal, junto a la candidata a alcaldesa, Dra. Ariadne Conte, pacto Contigo Chile Mejor H-50. Por qué con ella?. Porque entendemos esto como un desafió y a ambas nos gusta enfrentar los desafíos para conseguir resultados. Eso es todo. En lo demás, me siento y soy feliz de quien soy junto a quienes son parte de mi vida.
¡¡Una vida de Lucha familiar, personal, heróica, «haciendo camino al andar» junt@s y con la vecindad sin odiosas discriminaciones: Organización, Unidad, Solidaridad. Salud, Vivienda Digna, Educación Pública de Calidad y Gratuita…por un mejor Futuro!!
Hermosas palabras y hermoso leer que valoras el sacrificio de los papás se que llegaras muy lejos eres valiente y esforzada y has logrado cosas grandes en tu comunidad espero que todo lo que hagas lo hagas solo con el fin de ayudar a los que van a confiar en ti a través de su voto porque van a colocar su esperanza en que habrá cambios te quiero mucho y te deseo las más ricas y abundantes bendiciones 😘
Se que llegaras muy muy lejos nelly , se que eres una mujer luchadora y de una familia llena de esfuerzo .
Somos vecinas y se que te gusta apoyar y ayudar a quien te lo pide . Independiente si es de la población no.
Tomaste el cargo de presidenta de la junta de vecinos y en muy poco tiempo as logrado muchas cosas (camaras, alarma comunitarias. etc) teniendo siempre precente q mayor parte de los vecinos son adultos mayores y ellos te lo agradecen.
Sigue con el mismo entusiasmo y ahí siempre como vecinos estaremos apoyándote.