
Una ciudad no puede fundarse con efecto retroactivo y el intento de cualquier autoridad por hacerlo, sólo pone en descubierto un afán de manipular a la historia, Carlos Ruíz, Profesor e investigador en la USACH frente a la “fundación” de Curacaví
Claro y tajante se muestra Carlos Ruíz Rodríguez, Historiador y Académico de la Universidad de Santiago de Chile, frente a la iniciativa alcaldicia de fundar la ciudad de Curacaví con efecto retroactivo y, por sobre todo, con una falta de diligencia y rigurosidad histórica que sorprende. Conocedor de la realidad curacavinana por su cercanía con esta comuna, el académico entrega una visión que dista de la argumentada por quienes manifestaron esta iniciativa, así como de quienes fueron los encargados de aprobarla. “Efectivamente, la legislación española fue estricta para definir qué poblaciones podían tener títulos de villa o de ciudad. Otras categorías como las aldeas, caseríos, etc., fueron de formación espontánea. Los llamados «pueblos de indios» tuvieron su origen tanto en el poblamiento ancestral -y según las modalidades que cada nación indígena había establecido de acuerdo a su modo de adaptación al entorno- como en la compulsión que hicieron encomenderos y evangelizadores, que obligaban a la población dispersa o semidispersa a congregarse para facilitar la obra colonizadora.
Una ciudad no puede fundarse con efecto retroactivo y el intento de cualquier autoridad por hacerlo, sólo pone en descubierto un afán de manipular a la historia.
La enciclopedia Wikipedia, que en esto el autor del artículo «Curacaví» parece haber consultado fuentes arqueológicas e historiográficas fidedignas, refiere: «Los españoles llamaron al lugar Tambo Viejo del Puangue. Y J. Bautista Pastene instaló allí una fábrica de “frazadas y jarcias” con el cáñamo y lino sembrado en las tierras que regó con acequias del Puangue. A la muerte de Pastene los temporales destruyeron estas obras de regadío y en 1583 grandes sequías hicieron emigrar a los indios a Pomaire donde poseían tierras más abundantes en agua».
Ello demostraría que el poblamiento se descontinuó, y que por el hecho de que las tierras ya habían sido convertidas en predio agrícola de los Pastene, sólo habría quedado una escasa población de indígenas dependientes de los dueños del predio. Esta población fue aumentando vegetativamente.
El texto de la concesión de encomienda habría que revisarlo en el libro original de documentos inéditos de Medina, pero lo que han copiado (también está en Wikipedia) en ninguna parte deja establecido que se forme una población, mucho menos una ciudad y el topónimo Curacaví no aparece en ese trozo. Por tanto, serviría para cualquier población establecida a orillas del río Puangue.
El texto tiene dos partes:
- la encomienda de unos indígenas que tienen su asiento en el valle del Puangue (no todos los indígenas del valle, sino una parcialidad). Esta encomienda legalmente no supone merced de tierras.
- Pero luego agrega tierras «con más las tierras..» que son las de la localidad de Pico, cerca de Melipilla y Pomaire.
No hay explícitamente ni encomienda ni merced en Curacaví.
Se puede concluir que el documento utilizado como base para establecer la fecha de fundación, no es válido para el propósito”, señaló.