En la película La Conspiración del Silencio (Alemania 2015), el joven fiscal Johann Radmann se interesa por una denuncia sobre la participación de un sujeto en el Campo de Concentración Auschwitz-Birkenau, que se desempeña como profesor, en una escuela pública. El fiscal descubre que nadie más en la fiscalía de Frankfurt desea investigar, pero se encuentra con documentos que le permiten emprender un proceso contra los oficiales SS, destinados en el campo y trabaja arduo para aquello. No le interesa hacer un libro, sino llevar a juicio a los culpables y que exista un veredicto; sin embargo todo se vuelve complejo: «los horrores del pasado y la hostilidad hacia su trabajo le hacen casi imposible abrirse paso a través de un laberinto en el que todo el mundo parece estar implicado o ser culpable».
En Alemania se llevará a cabo un nuevo proceso contra ex guardias presente en el campo de concentración. En el portal de Radio Cooperativa se informa que: “El primero en ser juzgado será un hombre de 94 años que deberá responder mañana ante la Audiencia Provincial de Detmold (oeste de Alemania) por la acusación de complicidad en los asesinatos de al menos 170.000 personas en Auschwitz, donde trabajó como guardia entre 1943 y 1944”. “La Fiscalía considera que en el período en que el imputado estaba en Auschwitz llegaron cerca de 92 transportes de presos al campo y que el acusado tuvo que estar al tanto de la maquinaria de exterminio que funcionaba en el mismo”.
“El proceso será seguido por sobrevivientes quienes, según dijeron este miércoles en una conferencia de prensa organizada por la acusación particular, consideran que es importante poder explicar ante un tribunal alemán lo que significó el Holocausto para ellos y sus familias”.
«Estos procesos debían haberse realizado hace cuarenta o cincuenta años. Pero no es demasiado tarde para describir lo que ocurrió entonces», dijo Justin Sonder, quien actualmente tiene 90 años y que logró sobrevivir de joven a su cautiverio en Auschwitz.
En Julio de 2015 se condenó a 4 años de prisión al nonagenario “Contador de Auschwitz”, Oskar Gröning.
Hace dos días se informó del ingreso al Penal Punta Peuco de oficiales del ejército en retiro por el caso caravana de la Muerte en Antofagasta. En Chile la derogación de la Ley de Anmistía se encuetra aun en trámites legislativos, sin urgencia. Una derogación permitiría reabrir cerca de 2000 causas. Cada vez que conocemos noticias relacionadas con el avance en causas de DDHH se rompe el silencio. También cuando hacemos cine.
En la miniserie de Andrés Wood, Los Ecos del desierto, se abordan los crímenes de lesa humanidad cometidos por la Caravana de la Muerte a cargo del general (r) Sergio Arellano Stark y el trabajo que desarrolló la abogada Carmen Hertz como abogada de derechos humanos; labores donde recibió continuas amenazas por parte de la policía secreta de la dictadura.
La filmografía nacional trae aparejada esa necesidad por establecer vínculos con nuestro pasado político e histórico: Machuca, No, o el documental El Caso Pinochet, de Patricio Guzman, que siendo un documental es lo que más se acerca al Laberinto del Silencio.
En la Conspiración del Silencio se aprecia la porfía de un fiscal que no cuenta con la colaboración de sus colegas y hasta cierto punto, tampoco de la sociedad. En el film Nostalgia de la Luz de Patricio Guzman se hace una relación interesante, en el norte de Chile. Se trata de aquellos que se la pasan observando el cosmos, apoyados en una tecnología de última generación. Esos observadores extranjeros y chilenos no hacen otra cosa diferente a mirar el pasado. Lo que vemos como luminosidad en el firmamento es el pasado y a partir de ahí se conjeturan o cierran teorías respecto del origen del universo. También se muestra a mujeres que van por el desierto en busca de rastros del pasado. Buscan lo que les permita tener información sobre sus familiares desaparecidos.. La reflexión que se plantea, a partir de una relación sobre distancias, es que la información está en el pasado.
En La Muerte y al Doncella de Dorfman se plantea un hecho posible pero hipotético: que pasa cuando la víctima se encuentra con el victimario y esta tiene una ligera situación de ventaja?. El caso de los presos políticos o detenidos desaparecidos está tan arraigado en nuestra sociedad que transversalmente no hay nadie que no haya sido tocado, lo que abre las posibilidades para que víctimas y victimarios se encuentren o se vean las caras o se descubran.
La pregunta del pasado, el presente y las reacciones personales si tiene gran importancia en nuestras vidas. En la Conspiración del Silencio el padre de la novia del protagonista se emborracha cada semana con sus amigos. Todos son los sobrevivientes derrotados de la II Guerra Mundial, pero también los que cargan con sus horrores. El alcoholismo es solo una manera pasajera de soportar el presente, por lo obrado en el pasado.
Fuera del cine y metido en la vida laboral, me tocó despedir a un compañero de trabajo y amigo que tomó la decisión de renunciar y emprender otros caminos. En su remplazo llegó otra persona y fue presentado en toda la oficina. Se trataba de alguien mayor y muy simpático, que luego vimos poco. En algunas ocasiones tuve que trabajar con él. En síntesis era un tipo agradable; incluso hace unos días pasó a saludarme y me contó sobre algunos logros laborales y otras cosas que no recuerdo.
Hoy llegué contento al trabajo, porque ayer había terminado el día de la mejor manera. Durante la mañana nos llega la noticia que a este «trabajador simpático», lo habían tomado detenido y trasladado a Punta Peuco, a cumplir sentencia como cómplice en el caso de la Caravana de la Muerte, Antofagasta, donde los “valientes soldados” ejercieron especial brutalidad. Se trataba de dejar un mensaje para todos: a la población civil sobre lo que les pasaría si hacen oposición y a la tropa y oficialidad si no siguen las órdenes.
Traigo a colación el film La Conspiración del Silencio porque me parece que no solo retrata el trabajo de un fiscal y las dificultades que tuvo, sino que también cómo estos hecho criminales de lesa humanidad afectan a toda una sociedad. La barbarie cuando se desata, luego no tiene control.
En años posteriores, se le preguntó al comandante Lagos (destinado para el Golpe a la Primera División del Ejército) por qué no había entregado los cuerpos a las familias para su entierro en Antofagasta. Lagos explicó que le daba “vergüenza” se descubriera la forma en que los oficiales del Ejército masacraron a los 14 hombres.
Compartí con quien estuvo vinculado con los peores crímenes de nuestra historia y estoy seguro, hay muchos tipos de estos en cada espacio cotidiano de la vida, y en todas partes. Aprenderse los nombres de estos criminales, también es un acto necesario, que rompe el silencio.