Hace un año nos dejó María Recabarren Rojas. El sábado 09 de enero, a las 18:00 hrs, habrá un sencillo encuentro entre quienes quieran asistir, para honrar su vida, en el Cementerio Municipal de Curacaví.
«El Desfile» es un escrito de sus colaboradores y militantes del PC Curacaví, en su memoria.
María, sabes?, las flores no tienen un propósito más allá de si mismas en sus colores, hacia el brote de siempre. Ante tus ojos,inmóviles, se estremecen cuando, posadas sobre una porción del macetero -en los vuelos de las mariposas poco antes que amanezca- evocan en la superficie de los murales callejeros, el subrepticio anuncio dentro del silencio, de tu presencia encajada en la frontera; que desde el horizonte contiene eterno al viento solitario en su pasión….
María: qué sentido tienen tus ojos, en su mirada cuando ven este desfile floral?. Suponiendo, esto debiera suceder al ahogarse la tarde; tu, María, contarías todo desde la habitación del sentimiento, la indignación, el deber, la militancia, pues la noción no aparece solo en cada discurso, sino que apegadita a la acción, en todos los sucesos que nos incumben. Y es que tus ojos viven en su labor de sorpresa libre y sin derrota; con toda tu pasión y vocabulario, querida vieja de Renca y Curacaví, que nunca permitió, la realidad permanezca frente a nosotros con su rostro de prisionera o de ahogada.
Tu, la mujer que no guarda su paciencia de transformadora de elementos entre sus propias selvas, entre sus caminos vegetales, en el vasto país de su memoria, en los surcos donde la tierra se cruza con la infancia de Rosamel del Valle; porque la vida es aquí y ahora hay que dar vuelta el ojo perverso, el ojo ciudadano y bien vestido que nada descubre. Para todo lo demás, lo demás: No hay tiempo para pensar en un estilo de la vacilación en este desfile floral.
Así los claveles en una actitud belicosa, con sus tallos nudosos, ordenan los cáliz recia y virtuosamente a discreción y otorgan a las rosas la opción del apogeo en su despertar, poco antes de la arremetida fortuita, que la fragancia al final encuentra, cuando migras lento
desde tu primera muerte
a tu último nacimiento,
al son del desfile floral que presenta,
en perfectos pares al atardecer, sus credenciales:
alsacias y amapolas
begonias y belladonas
crisantemos y caléndulas
geranios y girasoles
hortensias y helenios
lirios y lilas
magnolias y madreselvas
violetas y valerianas
tulipanes y tamariscos
y de los arbustos presentes en las plazas públicas
o las malezas al viento en los costados del Estero Puangue;
todos para ti y los tuyos
aun en la espera de su funeral
María del Rosario Recabarren Rojas;
descansa ahora en paz
que ahora nos toca nosotros….