Mano Tornasol
Tan bella mano es el calor del planeta en marcha
Por la respiración del viajero invisible y
Me pregunto si ella es el tiempo o la hija del tiempo
Si es del país de donde vine o del país que me espera.
Mirada absorta de una parte del cuerpo ¿Oye
Arder el sol en mi noche o es el ruido de un sol muerto?
En vano trataría de recordar su aparición, la hora
Del encuentro sin que nadie dijera que las lámparas
Se cansaron de arder en el mundo o que una escala para dos
Desciende hasta el árbol donde envejece la muerte.
Oh el oleaje de los años en la espalda
La respiración en llamas de quien duerme en nuestro sueño
A semejanza de las palabras hospedadas debajo de la lengua
Mientras el mar se levanta de noche a regar sus rosas
Y la estrella viene en puntillas a los ojos del astrónomo
Tan bella para arrancar de raíz mis deseos por la noche
Como alguien que se regocija por mi para advertir:
“Cuando vengas la puerta se abrirá sin que la toques”.
No lo digas, sueños de talismanes y tijeras, no lo digas
Ni rompas el sello del amado sol de otro tiempo
Ni te alejes por mi en el ruido que viene a buscarme
Desde el mar fatigado de tanto danzar con sus hijas.
La tranquilidad del agua tan bella que inunda mi noche
Aceites y aromas parecidos al humo de las profecías
Eso parece ser el ojo del sol que me acompaña aunque
El rocío del día que quiero recordar no tenga el rostro
Del viajero invisible sentado bajo el árbol
Ni del que duerme en mi profundamente y fuera de mi
Con la respiración llena de sortijas y pestañas.
¿Se retorna alguna vez al desierto comido por la arena
O a la ciudad donde los peregrinos recuperan el rostro?
Cuando se conversa con una lámpara también se resucita
A media noche para ver pasar el mar. Mas ¿dónde
Está el día con anillos que guarda mi faz? ¿El viento,
La pálida aguja en vibración por el cuerpo del mundo?
Oh y bella en ruido tornasol. No he dicho que el tiempo
Levantó la hora que quiero recordar ni que duerme desnuda
Con el ritmo de un sueño en un sueño. Como siempre
Solo trato de apartar la envoltura de la noche
Y saber si alguno de mis actos dan frutos mientras duermo,
Porque el tiempo es la sombra de los ojos en mi almohada
Y ha muerto el viajero alucinado por las llamas
Y muerto el amigo del doble laúd y muerta la joven
Dormida sobre un león en la memoria. Pero viven y cantan
Los gestos y las palabras olvidadas en una colina
En el día que en vano trato de recordar y que es
Mi propia resurrección postergada. ¿Y cómo
Traer el mar a la ciudad, la mano al cuerpo, la flor al hueso?
El riesgo es pasar al través de los ojos, pasar
Por el túnel terrestre, pasar por el ruido del cielo,
Pasar por el recuerdo dormido entre tigres y columnas,
Pasar por el dorso de la mano hacia la muerte.
Pasar dos veces por donde mismo, he ahí la orden del ángel.
Mas yo no me he movido del centro de mi propio rostro
Y así retorna lo que se echó a andar sin mi permiso
Pero tu oh día que en vano trato de recordar y
Donde el tiempo es una cisterna con camellos alrededor,
Una posada con viajeros arrugados por la lluvia invisible,
Una selva con animales parecidos a pestañas
O nada de eso sino un aire más transparente que los dedos,
Un himno de muertos en subida y bajada por un rayo de sol.
Y el viajero inanimado que hace un hoyo en mi sueño,
El eco transfigurado de mi respiración y su orden:
Llaman a la puerta, anda a ver quién es.