Este miércoles se realizó el tercer encuentro denominado “Mujeres Construyendo Territorio” impulsado por la Mesa Provincial para la Equidad de Género de Melipilla, con el apoyo de la Mesa de Equidad de Género Curacaví, donde alrededor de 20 mujeres acudieron a la Junta de Vecinos de la Villa San Pedro, a debatir e informarse con respecto a áreas desconocidas de la emancipación femenina de nuestro país. ¿Acaso tenemos conciencia de las diversas luchas que debieron sortear nuestras compañeras de género, en décadas no muy pasadas para poder obtener los derechos de hoy en día? Parece ser, la historia de nuestra patria solo se cuenta desde una perspectiva acorde al patriarcado, en donde la fuerza y la violencia de los hombres frente a otros hombres merece ser relatada y quedar plasmada en la historia de los libros y también en la historia que se narra en los colegios. Pero esa es solo una visión, y lo que hoy pudimos dar cuenta es: la historia tiene diferentes miradas y actores y en ella nosotras también tenemos mucho que decir y hemos logrado reflejar nuestro legado.
Las demandas que eran solicitadas en la primera parte del siglo pasado no distaban mucho de lo que seguimos clamando, que se nos trate y valore por lo que somos y no por la “cosificación” de la cual somos víctimas por tender a parecer un objeto que esta sociedad machista ha generado a nuestro alrededor- tal como lo diría Marcela Lagarde-destacada antropóloga y feminista mexicana; junto con tener el derecho a elegir sobre asuntos públicos y concernientes a la vida propia tal como lo plasmarían Elena Caffarena y Flor Heredia en la Ley de voto femenino en elecciones presidenciales, que el Presidente de la época- Gabriel González Videla- celebró con tal entusiasmo que olvidó invitar a la fiesta a las principales precursoras de este importante hito.
Nuestro país aún posee una deuda histórica con todas las mujeres de esta franja larga y angosta de tierra. La historia de nuestra emancipación todavía debe escribir nuevos capítulos en donde sin duda alguna la Ley de despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales forma parte. Esperemos que en esta hermosa tierra sigan surgiendo «liderezas» (mujeres con liderazgos), ideas y proyecciones capaces de modificar la realidad como la conocemos, porque si Eloísa Díaz viviera estaría orgullosa de lo que hemos conseguido aunque sin duda nos seguiría desafiando a construir una sociedad más equitativa e inclusiva.
Tal como en el Chile del 1900, hoy quisimos levantar la noción de importancia en la organización femenina, en el sentido de ser compañeras, amigas y hermanas, demostrando a esta sociedad que nosotras mismas seremos las que abran camino para alcanzar la sociedad que nos merecemos, sin prejuicios, con decisión sobre nosotras mismas y de los procesos que nos afectan y por sobre todo mujeres conscientes de que la mejor forma de terminar con el machismo y la desigualdad actual, es estando unidas y luchando con sentido feminista.