Elevar el porcentaje de votación y estar «ojo al charqui», es parte de lo mismo.

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En un viaje obligado para escuchar tips&taps (los tips son consejos y los taps: también) en sede PS, Stgo, para todo el conjunto de Apoderados Generales de cada comuna, el abogado Isidoro Solis nos dijo: “– es +” y explicó: muchas denuncias al voleo venidas de las observaciones del proceso electoral, pasan la cuenta, por la forma que sesiona el Tribunal Electoral. Menos denuncias pero bien documentadas, son más porque permiten seguir con el procedimiento.

La manera de funcionar de esos jueces, la conocemos bien, como PC Cvi cuando María Recabarren se impuso por escasos 3 votos para quedar como Concejala 2012-2016. Si nosotros no hubiésemos tenido las papeletas firmadas por los Presidentes de Mesa, hasta ahí no más llegamos. Luego, si esas papeletas no hubieran calzado con la realidad, hasta ahí no más llegamos. Finalmente, si no hubiéramos tenido un seguimiento permanente, la cosa habría sido distinta.

Pero eso ya paso, sin embargo, el proceder del Tribunal Electoral es el mismo. Para mañana domingo, tenemos que cumplir la parte que nos toca. Esta actitud de la responsabilidad política, que hemos asumido, se vería mal, si hemos cacareado todo este tiempo que nuestra opción presidencial es la mejor o la que el país necesita, si luego no somos capaces de defender el voto. En ese sentido y no en otro: elevar el porcentaje de votación y luego estar ahí: ojo al charqui, es parte de lo mismo.

Yo agradezco a todos quienes han trabajado. A nuestras concejalas, a los integrantes de los partidos políticos, a los simpatizantes, a vecinos y vecinas que metidos en su vida cotidiana, apenas tienen tiempo para poder “participar” ( además, les encuentro toda la razón cuando nos echan la bronca, en el sentido que avanzar un poco es bueno, pero profundizar más, es necesario); a todos los apoderados que mañana estarán allí, a quienes nos dejaron entrar a sus casas y nosotros, respetuosamente, entramos para charlar sobre política y vida; también y en especial, doy las gracias a María Recabarren (a la que recordamos en muchas ocasiones con la concejala María Arco), quien me enseñó a perseverar y ser capaz de hacer varias cosas, entre las que está, ver de los ojos para afuera y de la mirada para adentro. Nuestro trabajo ya empezó, pero nunca termina y es de todos. Así somos.

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