
Invitamos a todas las organizaciones sociales y a las personas interesadas en la supervivencia de la especie humana en armonía con la naturaleza, para unir nuestras voces y afectos en un escenario común -denominado CUMBRE DE LOS PUEBLOS– cuyas actividades se desarrollarán en paralelo a dos importantes eventos internacionales que tendrán lugar este año en Chile: El Foro de Cooperación Económica Asia – Pacífico, (APEC), el 16 y 17 de noviembre; y la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático N°25 (COP 25), entre el 2 y 13 de diciembre.
En su permanente búsqueda de mercancías, poderosas corporaciones transnacionales han intensificado la usurpación y saqueo de los bienes naturales del mundo con grave perjuicio para los asentamientos humanos y los ecosistemas. Las tecnologías y métodos de sobre-explotación contaminan y agotan el agua dulce de vertientes, ríos y lagos, el mar, borde costero y fondo oceánico, bosque nativo, tierras de cultivo y pastoreo, el aire, la flora, la fauna y los cursos de agua subterránea, afectando brutalmente las condiciones de vida y la coexistencia social en centros urbanos y rurales de millones de personas, con un especial recrudecimiento en las condiciones de vida de las mujeres, y una secuela inconmensurable de dolor, enfermedades, angustia y muerte.
Como consecuencia sistémica de la acumulación capitalista basada en el extractivismo, el cambio climático amenaza la existencia misma de la vida humana en el planeta, y sus impactos se evidencian de manera intensa en cambios de temperatura, escasez hídrica y fenómenos climáticos extremos, los que se expresan crecientemente en Chile. En su incesante disputa por el control de las materias primas y los mercados, las grandes corporaciones actúan como un poder fáctico que atropella la soberanía y autodeterminación de las naciones y los tratados internacionales.
Particularmente en Chile, un grupo de corporaciones multinacionales ha tomado el control de la economía, así como de gran parte del sistema político y de los medios de comunicación. En el secretismo de las cúpulas parlamentarias y empresariales, con procedimientos ilegítimos y antidemocráticos, nos han impuesto 23 tratados mal llamados de “Libre Comercio” y se aprestan a consumar el TTP11, máxima expresión del entreguismo y la pérdida de soberanía, que arrasa con los derechos económicos, sociales y culturales del pueblo chileno. Los convocantes a la Cumbre de los Pueblos representamos una inmensa mayoría que, no obstante, heroicas y múltiples resistencias, no ha logrado detener los designios hegemónicos del capitalismo global.
La Cumbre de los Pueblos es, por consiguiente, un camino de unidad, de debate plural e intercultural, de intercambio de saberes y experiencias, de solidaridad y complementariedad de nuestras luchas, de superación de sectarismos y prejuicios, de crítica y de propuestas para construir un gran movimiento a escala local, nacional y mundial en defensa de la especie humana y de su hogar común: el planeta Tierra. Apelamos a toda la creatividad y a la pluralidad política e ideológica de los pueblos y culturas para converger en un camino de entendimiento y solidaridad que nos permita defender nuestra propia identidad y rechazar conceptos y estereotipos que nos inculcan la violencia, el egoísmo, el individualismo, el racismo, el patriarcado y la exclusión social.
Reiteramos nuestro llamado a que se integren, ahora mismo, desde sus organizaciones territoriales o sectoriales, o a título personal, tomando contacto con nosotros.