Conversar con Manuel Alejandro Da Corte Conte es un agrado, donde la fluidez del discurso viene bien templada con la exactitud de los términos empleados. La retórica es prudente y cumple un objetivo comunicacional. joven, de militancia comunista, jotoso en su orgullo y desafío, es por sobre todo, un buen chato. Estudiante de periodismo en la Universidad Diego Portales, ya casi egresa y prepara su tesis de titulación. Tiempo, tiene para todo.
Tengo que comenzar preguntándote lo siguiente: ¿cómo y por qué decidiste postular al cargo de Concejal por Curacaví?
La decisión pasó por una discusión colectiva dentro del Partido Comunista, así funcionamos nosotros. En mi caso, se tomó en cuenta que fui dirigente estudiantil durante tres años y mi activa participación de los encuentros ciudadanos del «Curacaví que queremos» que se realizaron el año pasado. Yo no postulé, fue una decisión colectiva de la militancia.
¿Por qué decidió aceptar la postulación?
Entiendo que hay que estar dispuestos a dejar intereses individuales por objetivos colectivos, y Curacaví es una comuna que tiene grandes problemas: carencias habitacionales, sectores que aún no cuentan con los servicios básicos como agua potable y alcantarillado, muy poca organización social, muchos casos de violencia de género debido al machismo que impera en nuestra sociedad, en fin. Ante todos esos problemas, no pretendo ser un mesías ni nada por el estilo, sino que aportar un granito de arena para levantar Curacaví.
Eres el candidato más joven postulando al municipio…
Tengo 23 años y me siento muy preparado para ejercer como concejal. Los vecinos y vecinas están hartos de ver a los mismos rostros postulando una y otra vez al concejo municipal, se sienten abandonados, traicionados por un municipio que tras largo años no ha dado solución a sus principales problemas. Los políticos de Curacaví tienen que hacerse cargo de aquello, y los jóvenes debemos demostrar que sí estamos interesados en política, y que somos una generación que hizo despertar a Chile entero de una inactividad que nos llevó a estar como estamos.
¿A qué te refieres con eso de la «generación que hizo despertar Chile»?
Por supuesto. Somos una generación consciente, rebelde pero con argumentos políticos; no nos compramos la frase de Aylwin «en la medida de lo posible». Yo soy parte de esta generación, y pretendo luchar toda mi vida junto al pueblo, codo a codo, levantando de a poco a esta comuna que está tan dejada de lado.
Tú eres hijo de la doctora Conte, querida por los vecinos y vecinas. ¿Qué has aprendido de ella?
Ella no es solo una doctora, ella es una luchadora social que aporta su granito de arena desde la medicina. Curacaví tiene graves problemas en materia de salud, puesto que el Hospital no da abasto y el municipio no ha logrado aportar a mejorar el sistema.
Ella me enseñó desde pequeño a respetar a las mujeres, me dijo desde que comencé mi carrera política que debo luchar por los pobres, los que no tienen voz, de los olvidados. Gracias a ella soy quien soy.
¿Cuáles son tus principales propuestas?
Democratizar el municipio, o sea, que la comunidad tenga injerencia en la toma de decisiones. Impulsar un Curacaví sustentable: fin a las bolsas plásticas, ocupar bolsas de tela, iluminar los sectores sin luminarias con luces LED (ecológicas), un huerto por cada junta de vecinos, etc. Avanzar hacia la sanción del maltrato y abandono animal, tenencia responsable de animales, en fin. Además, impulsar la venta de lentes a precio costo a través de la «óptica popular», como se hizo en Recoleta. Esas son las principales.
Estamos a pocos días de la elección, ¿qué le dirías a los vecinos y vecinas?
Que vayan a votar, que no se abstengan. Si realmente quieren que no sigan los mismos de siempre, se hace indispensable que con su voto cambien el destino de Curacaví. Llamo a votar sobretodo a los y las jóvenes de la comuna, somos la generación más dejada de lado y debemos hacernos sentir más que nunca.
Sé que esta elección será histórica: vamos a levantar de una vez por todas Curacaví.
